El comercio
Nuestras ciudades y pueblos viven ya la Navidad. Los adornos y luces les dan un brillo especial, los escaparates lucen más hermosos y, sobre todo, las calles se llenan de gente que vence al frío para contagiarse del entrañable ambiente que se respira. Disfrutar de estas fiestas ya no es sólo una cuestión de tradición, está en nuestra cultura y en nuestra manera de entender la vida, forma parte de nosotros.
Y para celebrar la Navidad los ciudadanos saben que siempre pueden contar con su comercio tradicional, con ese que lleva instalado en nuestras poblaciones desde su fundación, que ha contribuido a configurarlas como lo que hoy son, y que siempre ha estado con ellos en esta celebración. Porque sí, nuestro comercio es, en muchas ocasiones, tan antiguo como la propia Navidad y lleva a sus espaldas más dos mil años de historia haciéndole la vida más fácil a sus vecinos.
Ahora, se acerca una época en la que se desata el consumo, en la que el amor por los seres queridos viene envuelto en papel de regalo y en el que las familias hacen un esfuerzo para celebrar todos juntos en torno a una buena mesa.
En este periodo del año, también el comercio de proximidad tiene mucho que aportar. En primer lugar, y dada la situación económica por la que lamentablemente atraviesan muchos hogares, porque supone participar de un proceso de consumo mucho más responsable frente a las compras masivas que fomentan otras fórmulas.
Un buen consejo profesional, el valor de la exclusividad y diversidad en gama de productos como contrapunto a la estandarización y uniformización o la creación de una oferta diversa en la que también encuentren su espacio las empresas locales son algunos de las grandes ventajas que aporta el comercio de siempre. A todas ellas, y a otras muchas más, hay que añadir una fundamental, está a la puerta de nuestros hogares, en la calle, donde se vive la Navidad, donde nos gusta estar, lejos de artificios y de espacios concebidos entre muros de hormigón.
Todos estos son valores en los que se ha insistido a través de la campaña I love comercios de Aragón que, puesta en marcha por CEMCA y el Departamento de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón, pretende desde el pasado mes de octubre apoyar a los más de 23.000 comercios de nuestra Comunidad recordando las virtudes de nuestra tienda de barrio. Ojalá el esfuerzo realizado haya merecido la pena y ésta se una excelente campaña para todos esos pequeños empresarios que siguen dándolo todo por seguir sirviendo a sus paisanos.
Feliz Navidad.